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🦉 Mi filosofía de la enseñanza por Katty Daza

Artículo para la revista MEGA volumen 01, Año 01

El teacher Katty Daza Lan es docente de básica primaria en el año 2022.


La educación providencial es un arma tanto para el maestro como para el aprendiz, donde la superación del alumno y docente será de calidad a través del proceso de contribución retroalimentación y conocimiento de nuestro Señor y la verdad en todas las áreas académicas. Teniendo en cuenta mi conocimiento general e inferencia sobre el concepto de la filosofía de la enseñanza, y educación providencial, rebordearé la reflexión de mi experiencia como docente en Academia de las Américas a través de los siguientes aspectos.

Primero hablaré de la importancia de la empatía profesor-alumno, base importante para generar un ambiente adecuado a la hora de impartir conocimientos en un aula, en segundo lugar, abordaré la relación entre contexto y aprendizaje y, Dios.

Fue la buena relación con mis aprendices que, desde el principio a pesar de mis nervios y la presión de ser observada, me permitió llegar siempre de buen humor para desarrollar las clases y realizar todas las actividades propuestas y sugeridas en la planificación de la clase. La empatía, fue tan espontánea desde el primer día hasta el último, este buen trato generó siempre un ambiente adecuado y formidable a la hora de lograr los logros propuestos en cada clase.

A pesar del duro contexto social de mis alumnos, siempre hubo una relación de respeto mutuo. Siguiendo un propósito divino que facilitaba la enseñanza y el aprendizaje de la lengua extranjera de una manera providencial y divertida para ellos, lo cual se logró a través de la relación empática entre los alumnos y yo.

Luego de la implementación de esta actividad mi percepción sobre su comportamiento, bajo rendimiento académico y apatía hacia el estudio cambió por completo, pues imaginé por un momento que este podría ser yo o en otro caso mi hija debido a que yo no soy diferente a ellos.

En efecto, fue muy interesante y fue muy fructífero porque los alumnos se sintieron tan cómodos que ya no tenían miedo de participar en las clases, y era en esos espacios de diálogo en donde aprovechaba y les hablaba de como seria nuestro entorno si viviéramos una vida en Dios.

Mi llegada Academia de las Américas. Me dio un propósito, el de guiar, orientar y ayudar a mis estudiantes a ser capaces de discernir e ir formando su carácter cristiano para así tomar buenas decisiones viendo a Dios en todos lados, incluso en su escuela y momentos más oscuros. Siempre los apoyaba y les decía que no estaban solos, que siempre había ese Jesús esperando por ti, con los brazos abiertos. En esos momentos aprovechaba y les predicaba un versículo bíblico que, en mi opinión, es la base de una vida en Dios.


Gálatas 5:22-23
22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.


Para ellos era solo un consuelo y motivación que cada alumno tenía después de que su maestra entró en su mundo y les permitió ser quienes eran y ver una versión de Dios en ellos y en todo el esplendor de su creación.