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👩‍🏫 Enseñar desde la verdad por Yessica Coley

Artículo para la revista MEGA volumen 01, Año 01

El teacher Katty Daza Lan es docente de básica primaria en el año 2022.


La formación y la educación son los cimientos básicos de cualquier sociedad, sin estas dos no es posible crear una sociedad sostenible. Hoy en día es necesario, a nivel general tener los conocimientos básicos para ser tenido en cuenta en cualquier empleo o desenvolverse de manera correcta ante cualquier situación de nuestra sociedad y esto es lo que cualquier persona busca a diario en sus procesos formativos.
Pero muy pocos se preocupan por lo que va más allá de adquirir un conocimiento, ¿qué se está enseñando? ¿con qué propósito o fin se está enseñando en las escuelas hoy por hoy? ¿A dónde nos llevará lo que hoy estamos impartiendo en las instituciones educativas? Las preguntas van dirigidas a aquellos que nos dedicamos a educar y formar, puesto que, día tras día se hace un gran esfuerzo por ampliar la cobertura e invertir en mejoras de la educación mediante recursos humanos, físicos y financieros, pero todo desde el YO, sin tener en cuenta aquel que es dueño de todo lo que existe. Para nadie es un secreto que los currículos institucionales están alejando cada vez más a Dios y sus principios de sus procesos de formación, y esto es realmente preocupante, bien dice su palabra que sin Él nada somos y nada hacemos. Hoy los seres humanos se han acostumbrado a crear “su verdad”, mientras no le hagas daño nadie, ¿qué importa la verdad?, la verdad es lo que ellos hacen verdad, lo que la ciencia dice que es verdad, lo que otros dicen que es verdad, se han encargado de crear sus propias verdades, alejándose de la verdad que es Dios mismo. 14Por eso, exalto la labor de Academia de las Americas, que enseña desde la educación providencial, desde la verdad, que buscan resaltar la intervención de Dios en las materias estudiadas, entendiendo que Dios es creador y dueño de todo lo que existe, dejando de lado esa educación tradicional, pagana o secular, aquella que, aunque educa la mente está lejos de educar el corazón. Este plantel educativo desde el primer momento me hizo cuestionarme acerca de la manera en como estaba enseñando. Hace tiempo recibí a Dios en mi corazón y trato de reconocerlo en todo lo que hago, pero nunca había enseñado partiendo de que Dios es el todo, Él es la matemática, el arte, el inglés, la física, la biología.
Nunca me había detenido a enseñar de esa manera, a mirar la matemática que es Dios mismo y es algo que me ha enriquecido demasiado, agradezco la oportunidad de haber estado este tiempo corto en este plantel, puesto que esto marcó un antes y un después en mi labor docente. Cada estudiante ha enriquecido mi ser con cada una de sus personalidades, he aprendido aquí a enseñar desde la verdad de Dios, porque si, es importante tener saberes acerca de todo lo que nos rodea, enriquecer nuestro intelecto y esforzarnos cada día para desenvolvernos en un entorno educativo, pero es aún más importante lo interno, porque lo que hay en nuestro corazón determina el rumbo que tendrá nuestra vida. Reconocer a Dios en todo lo que somos y hacemos hará que seamos la sociedad con la que cada ser humano ha soñado desde siempre y esto solo será posible cuando las instituciones educativas como Academia las Américas, reconozcan la intervención de Dios en todo lo que se hace, permitiendo que Él sea revelado a cada estudiante a través de los diferentes objetos de estudio, solo entonces todos serán capaces de conocer y actuar como aquel al que fueron hechos a imagen y semejanza, teniendo una vida plena.